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¿Cuáles son las etapas de la Historia?

Si quien está leyendo esto es un historiador en ciernes, sabrá perfectamente cómo responder a esta pregunta. Sin embargo, le animo a que pregunte a sus convivientes, amigos o gente más cercana; ¿cuántos son capaces de responder correctamente? En mi caso, no fueron muchos. Y por eso, para aquellos interesados en la Historia pero que no han podido o no saben sumergirse verdaderamente en ella, traigo este pequeño artículo. A continuación, veremos rápidamente las cuatro etapas de nuestra Historia.


los inicios: la edad antigua

Comenzamos así con la archiconocida Edad Antigua, la más extensa de todas las etapas. Pero antes de sumergirnos en su mundo, nos topamos con una pregunta esencial: ¿cuándo empieza la Edad Antigua? Y de hecho, ¿cuándo empieza la Historia?

 

Bien, pues existe un acontecimiento especial que nos permite, más o menos, fechar el inicio de la Historia: la invención de la escritura. Se considera que una civilización ha entrado en la Historia cuando se documentan por primera vez registros escritos (normalmente, tablillas). Sin embargo, esto tiene truco, y es que no todas las civilizaciones desarrollan la escritura al mismo tiempo. Los sumerios, en Mesopotamia, serán los primeros en hacerlo, pero los antiguos chinos aún tardarán décadas en hacer lo mismo. Por tanto, los sumerios ya habían dado el paso de la Prehistoria a la Historia, pero sus vecinos seguían en la primera. Podríamos considerar entonces que el origen de la Historia es relativo; comienza cuando una sociedad empieza a dejar registros escritos.

Un mapa de Mesopotamia, donde surgieron las primeras civilizaciones. "Mesopotamia" significa "Tierra entre dos ríos", haciendo referencia a los dos ríos que vieron nacer estas sociedades: el Tigris y el Éufrates. ¿Podéis verlos, verdad?
Un mapa de Mesopotamia, donde surgieron las primeras civilizaciones. "Mesopotamia" significa "Tierra entre dos ríos", haciendo referencia a los dos ríos que vieron nacer estas sociedades: el Tigris y el Éufrates. ¿Podéis verlos, verdad?

Ya tenemos claro que la Historia —y la Edad Antigua— empiezan con la invención de la escritura, cuya fecha puede variar en función de la civilización que observemos. Podemos pasar, ahora sí, a las preguntas más importantes: ¿qué pasó en la Edad Antigua? ¿Cuándo terminó? ¿Por qué se llama así?

 

La tercera de estas preguntas es la que más fácil se responde: es la más antigua de las etapas, así que se llama Edad Antigua. Bastante simple, ¿cierto? Sin embargo, el resto son más complicadas, porque durante la Edad Antigua pasaron muchas cosas. En Mesopotamia, que ya hemos señalado, se alzaron multitud de estados: el Imperio Asirio, el Imperio Babilónico... todos ellos muy interesantes. Al mismo tiempo, comenzó a desarrollarse la antigua civilización de Egipto, con sus faraones, sus templos y sus pirámides, mientras un montón de tribus comenzaban a configurarse en Europa. Lejos, en Asia, se asentaba la civilización china.

 

Pero todos estáis aquí por los grandes, por los míticos. Nos referimos a la Antigua Grecia, con su particular sistema democrático, y más tarde, la legendaria Roma. Esta última se expandirá por todas partes, absorbiendo muchos elementos de Grecia e incorporándolos a la suya para crear lo que es llamado "cultura grecolatina", que es de donde vienen la herencia política europea por un lado (la democracia, la filosofía...) y los pueblos latinos por otro (Italia, Francia, España, Portugal y toda Latinoamérica). Junto a Grecia y Roma se alzaron otras muchas civilizaciones, pero enumerarlas todas haría de este blog precisamente lo que juró destruir: una lista interminable que nadie se quiere aprender.

Imperio Romano máxima expansión
El Imperio Romano en su máxima expansión. Quizás no fuese el imperio más grande del mundo, pero sí que llegó a ser el más longevo. Os pregunto: ¿cómo creéis que logró Roma hacerse tan grande y poderosa?

La última pregunta que queda, entonces, es cuándo terminó la Edad Antigua, cosa que os puedo responder muy fácilmente: en el año 476 después de Cristo. Pero, ¿por qué?

 

Está muy relacionado con dos elementos: el cristianismo y la crisis política de Roma. Este Imperio se había hecho tan grande y tenía en su interior a tanta gente que era casi imposible de gobernar desde una única ciudad, así que se "dividió" en dos partes: el Imperio Romano de Occidente, con capital en Roma, y el Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla (no os preocupéis, veremos su ubicación más adelante). Al mismo tiempo, el cristianismo comenzó a extenderse rápidamente y pronto se impuso a los antiguos dioses romanos, provocando un cambio en la cultura: de los valores grecolatinos, se pasa a los valores cristianos. No es ni bueno ni malo, es un cambio.

 

Finalmente, con una Roma dividida y con cada vez más crisis, se da la que es la estocada final: el Imperio Romano de Occidente se desintegra en el 476. Aunque su hermano de Oriente prevalece, se considera tradicionalmente que la Edad Antigua terminó en ese año y se da paso a la Edad Media.


entre reyes y caballeros: la edad media

Si la Edad Antigua era famosa (con Sócrates, Alejandro Magno, las legiones romanas, Julio César...), la Edad Media lo será incluso más. Son incontables la cantidad de obras de ficción que se han inspirado en este periodo. Frente a la Edad Antigua, centrada en lo urbano, la Edad Media va a ser más campestre, al menos hasta su etapa final. Es la época del Reino Visigodo, de los Reinos de los Francos (futuros franceses) y de las invasiones de los Anglos y los Sajones, que dominarán a los bretones y se convertirán en los Anglosajones (ingleses).

 

De esta etapa, podríamos destacar varias cosas: en primer lugar, la expansión y asentamiento del cristianismo, que se dividirá en las iglesias católica (Europa central y occidental) y ortodoxa (Europa del Este). En segundo lugar, la aparición del Islam en Arabia, que se extiende rápidamente hasta formar un imperio inmenso. Y en tercer lugar, las evidentes rivalidades que se crearon entre cristianos y musulmanes y que, en parte, condujeron a que todo se observase desde un punto de vista religioso. La Edad Media es la época de la religión.

Europa 900
Europa en el año 900 después de Cristo. Aún queda mucha Edad Media, pero ya se puede ver el origen de muchos de los países de hoy en día. Dato: "Muslim Spain", textualmente "España Musulmana", debería recibir el nombre de "Al-Ándalus".

Asimismo, además de la religión, se impone el feudalismo. Mientras en la Edad Antigua conviven tanto repúblicas como monarquías (Egipto era una monarquía, los imperios mesopotámicos también, las ciudades griegas eran repúblicas, y Roma durante un tiempo siguió el mismo camino), en la Edad Media van a predominar totalmente las monarquías, basadas en pactos feudales con sus vasallos. Claro, tenemos excepciones (como la Serenísima República de Venecia), pero en general, los reyes mandan. Aunque no mandan tanto como cabría esperar, porque —y esto es importante—, durante la mayor parte de la Edad Media los reyes no tendrán tanto poder. Se verán dominados por sus vasallos, que tendrán más tierras que ellos, y sólo en pocas ocasiones se dará el caso opuesto. Así que esa imagen de rey absoluto que lo controla todo en la Edad Media... como que no. Tenedlo en cuenta.

Francia 987
Francia en el año 987. Lo azul son las tierras del Rey; el resto, es de sus vasallos. ¿Veis? El poder real era escaso.
Adquisiciones corona francesa
Sin embargo, los reyes no se quedaban de brazos cruzados. Aquí tenéis el mismo reino años después. La zona azul ha aumentado, ¿verdad?

Por otro lado, fue tanto lo que sucedió a nivel político y anecdótico que sería imposible para nosotros resumirlo en este blog. Las invasiones vikingas, la formación de los principados rusos al este, las conquistas de Carlomagno, la aparición de la caballería medieval pesada, las cruzadas, los pactos feudales de vasallaje entre reyes y duques, la Peste... y, por cierto, ¿recordáis el Imperio Romano de Oriente? Cayó Roma, con el de Occidente, pero el de Oriente seguía en pie. Es el Imperio Bizantino, que podéis ver en la imagen de arriba, en la zona de las actuales Turquía y Grecia. Constantinopla, su capital, era la ciudad más desarrollada de toda Europa (seguida de cerca por Bagdad), y, con sus imponentes murallas, se creía imposible de tomar. ¿Por qué os digo esto? Pues...


Un gran cambio: la edad moderna

Ojo con la Edad Moderna, porque es difícil de entender al principio. Muchos se piensan que porque incluye la palabra "Moderna" es ya nuestra época. Ni de lejos. Repasemos lo que tenemos de la Edad Media: se abandona la ciudad en favor del campo y los castillos, aparece la caballería medieval clásica, se expande el cristianismo y la monarquía se asienta como forma de gobierno dominante, aunque los reyes no eran precisamente poderosos. Entonces, ¿Qué hizo comenzar la Edad Moderna? Pues varias cosas:

 

- En primer lugar, la ciudad vuelve a recuperarse un poco. Este proceso había ido comenzando durante la Edad Media, pero solo ahora las ciudades empiezan a alcanzar el número de habitantes de la Edad Antigua.

 

- En segundo lugar, aparece la pólvora. Traída desde China, este elemento hará que aparezcan los primeros cañones (que vuelven las típicas murallas medievales inservibles, porque las derriban de un soplo) y los primeros arcabuces. La caballería deja de ser tan útil, y vuelve a predominar la infantería.

 

- En tercer lugar, la mentalidad cambia drásticamente con la aparición del Humanismo; en la Edad Media, Dios era el centro de todo. Ahora, el ser humano es el centro de todo (de ahí "humanismo"). En consecuencia, se recuperan ciertos valores de la Antigua Grecia y Roma, desencadenando la aparición del Renacimiento. Pero ojo, eso no significa que el cristianismo se ponga en duda. Se sigue creyendo fielmente en Dios.

 

- En cuarto lugar, ¿recordáis que los reyes tenían poco poder? Pues al final de la Edad Media, empiezan a acumular cada vez más. La monarquía adquiere aún más fuerza, y, ya en la Edad Moderna, aparecerán las primeras monarquías absolutas. La mayoría de esos reyes omnipotentes se dan en esta etapa, no en la anterior.

Pero, ¿cuál fue la fecha que dió origen a la Edad Moderna? ¿Qué es lo más importante que pasó en ella? Toca retroceder unos párrafos. ¿Recordáis que, al final de la Edad Antigua, el Imperio Romano se dividió en dos, y que el Imperio Romano de Occidente cayó en 476? Pues bien, ahora le va a tocar el turno a su hermano, el Imperio Bizantino. Tras situarse como uno de los estados más poderosos de la Edad Media, el Imperio Romano de Oriente cae en 1453 tras que el Imperio Otomano, antecesor de la actual Turquía, tome la inexpugnable ciudad de Constantinopla gracias a la gran innovación que fueron los cañones. Con la desaparición total del último sucesor de Roma, la Edad Media se da por finalizada.

 

Pero este mismo hecho va a provocar, inconscientemente, otro gran acontecimiento. Atención: Europa comerciaba con Asia mediante la Ruta de la Seda, que pasaba por territorio bizantino. Este comercio era esencial, pues proveía a Europa de muchos productos que no sabía dónde obtener. Pero cuando el Imperio Otomano, musulmán, se hace con el territorio bizantino, decide cortar la Ruta de la Seda para debilitar a sus enemigos cristianos. Ya no se puede comerciar por ahí. En el mapa de abajo se explica mejor.

Ruta de la Seda
La Ruta de la Seda. Podéis ver la línea coloreada, ¿verdad? Se extiende desde China hasta Europa, y pasa precisamente por lo que hoy es Turquía. Al obtener los otomanos ese territorio, cerraron el flujo del comercio.

Los europeos necesitaban, entonces, una forma de reabrir el comercio con Asia. En el pasado, cuando el Islam estuvo a punto de tomar la zona, recurrieron a las cruzadas; con el pretexto de tomar Tierra Santa, los cristianos partían para asegurar el dominio de la zona y así poder seguir comerciando. Pero el Imperio Otomano era demasiado fuerte, una cruzada sería inútil. Así que se empezó a teorizar: ¿y si pudiésemos llegar a Asia de otra forma? Varias expediciones partieron para comprobarlo: Portugal trató de rodear África, pasando por debajo y luego subiendo para llegar a la India. Castilla, por su parte, envió una expedición capitaneada por Cristóbal Colón, quien pensaba que se podría llegar a las Indias si navegaba hacia el oeste. Lo que sucedió ya lo sabemos todos: los castellanos (que no españoles, ojo al dato) llegaron por primera vez a América. La Edad Moderna es, pues, la época de la colonización del Nuevo Mundo.

 

Por otro lado, y a nivel de religión, también encontramos un cambio fundamental: ya dijimos que existían dos corrientes cristianas: la Iglesia Católica (Francia, Castilla, Aragón, Polonia, Inglaterra, Escocia...) y la Iglesia Ortodoxa (el Imperio Bizantino, los principados rusos...). Pues bien: en la Edad Moderna aparecen una tercera, cuarta e incluso quinta, porque de la Iglesia Católica se escinden el Protestantismo, el Calvinismo y el Anglicanismo, entre otros. Me gustaría entrar en detalles acerca de esta división religiosa, pero creso que eso es materia para otro blog. De momento, os contentaré con otro mapa más.

Reforma Religiosa siglo XVI
Se puede apreciar claramente la división del cristianismo. El luteranismo o protestantismo se extendió mucho por el norte, en zonas como Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Prusia... Inglaterra, por su parte, se hizo su propia Iglesia: el Anglicanismo.

Asimismo, y con unas monarquías cada vez más y más absolutas, lo que son nuestros países actuales se continuaron configurando. Castilla y Aragón se unieron para formar España, Francia se hizo fuerte, Suecia, Noruega y Dinamarca se asentaron, los principados rusos se transformaron en el Principado de Moscovia (Moscú), que daría lugar a Rusia... también es la época del grandísimo Imperio Español, con dominios tanto en América como en Italia y los Países Bajos, y posteriormente de la poderosa monarquía francesa, gobernada por quien es considerado como el rey absoluto por antonomasia: Luis XIV. En esta época, el poder del monarca era ya incontestable; recibía su poder de Dios, la entidad suprema, el por qué de todo. Y, ¿quién iba a negar ese poder? Negar al rey era negar a Dios, y negar a Dios, era negarlo todo. Recordemos que por aquellos tiempos aún no se podían explicar la lluvia, las mareas o el día y la noche, y la población, excepto las élites, era analfabeta. Todo era así porque Dios lo había hecho y lo había querido así. Lo mismo con el rey.

 

Pero eventualmente, y sobre todo a partir del Renacimiento, la cosa empezó a cambiar. Al mismo tiempo que se asentaban las monarquías absolutas, el pensamiento, lentamente, pasaba de confiar en la fe, en Dios, a confiar en la razón, principalmente por la influencia de los antiguos filósofos griegos. Pensadores de la talla de Descartes y Kant pertenecen a la Edad Moderna, pero también Hobbes y Rousseau. Este último propuso por primera vez la teoría de la división de poderes: el legislativo, que crea las leyes, el ejecutivo, que las hace cumplir, y el judicial, que castiga a aquellos que no las cumplen. También apareció la imprenta, por lo que se hacían muchísimos más libros, y pronto comenzó a educarse más a la población. Estas ideas de combatir la ignorancia, de aprender, de conocer mediante la razón, se tradujeron en la aparición de un nuevo modelo de pensamiento en el que se pretendía alfabetizar a la población, pero mantener el poder de los reyes: la Ilustración.

 

Sin embargo, todo esto fue insuficiente...


nuestro mundo: la edad contemporánea

Llegamos así a la última etapa de la Historia, aquella en la que nos encontramos nosotros: la Edad Contemporánea. Y esta vez, el pistoletazo de salida lo dió la Revolución Francesa, en 1789. Sin embargo, para entender la Edad Contemporánea, hay que hacer diversos apuntes sobre la Revolución Francesa. Porque quizás no sea exactamente lo que muchos pensáis que es...

 

La Revolución Francesa es el origen de la democracia actual, del sistema actual, pero no es la toma del poder por parte del pueblo. Sí, se obtuvo la capacidad de voto y una declaración de derechos, por lo que fue, definitivamente, un paso adelante desde las monarquías absolutas. Pero el pueblo no fue su protagonista. Su protagonista fue la burguesía. Pero, ¿qué es exactamente la burguesía?

 

La burguesía es una clase social que entra dentro del pueblo llano —es decir, no es noble—. Está compuesta por grandes comerciantes, empresarios, banqueros, todos aquellos que no poseen un origen nobiliario pero sí que disponen de grandes o medias riquezas. Retrocedamos hasta la Edad Media: dijimos que apenas había ciudades, y las que surgieron lo hicieron de forma muy tímida. Pues bien, aquellos que vivían en las ciudades no estaban siempre sujetos al poder de los nobles (compuesto por un castillo y las aldeas colindantes), sino que eran vasallos directos del rey. Eran los habitantes de los burgos, los burgueses. Podéis comrpobar su definición en la Real Academia Española.

 

Sin embargo, y aunque estos burgueses eran muy ricos (pues manejaban el comercio y la banca), no tenían derecho a participar en política; eso era sólo para los nobles, los elegidos por Dios, herederos del poder por su sangre. Y, evidentemente, los burgueses querían ese poder político. Es así como empezaron a aprovechar el descontento del pueblo y los excesos de la monarquía, configurándose como la cabeza de la lucha contra esas instituciones tiránicas. La Revolución Francesa fue, en esencia, un reemplazo: los nobles y la monarquía perdieron el poder político, y lo obtuvieron los burgueses. Más allá de los avances indispensables mencionados (constituciones, declaraciones de derechos, más libertades...) el campesino siguió siendo campesino, y el artesano siguió siendo artesano. De hecho, el derecho a voto estaba restringido a aquellos que ganasen un dinero determinado. Una vez más, repetimos: la Revolución Francesa no es el ascenso al poder del pueblo (que sí vió mejorada su posición), sino de la burguesía.

Toma de la Bastilla
"La toma de la Bastilla", cuadro emblemático de la Revolución Francesa. La Bastilla era una fortaleza-prisión donde el rey encarcelaba a sus opositores. Su toma por parte de las masas se considera todo un éxito.

Pero todo aquel que accede al poder necesita una justificación para permanecer en él, una legitimación. Algo que le dé derecho a estar en el poder. En el caso de los reyes, era Dios: yo soy rey porque Dios así lo ha querido. Pero, ¿y los burgueses? ¿Cómo justifican estar en el poder? La respuesta es compleja, pero esencial.

 

En la Edad Media, las personas no eran ciudadanos, sino súbditos. Su lealtad era para el rey. Un castellano no debía lealtad a Castilla, sino al Rey de Castilla. Si el rey cambiaba, su lealtad normalmente permanecía con el que, pensaba, era su señor legítimo. Durante la Edad Moderna pasaba lo mismo: la lealtad del pueblo era hacia una persona, hacia una figura. Y por eso, cuando los burgueses llegaron al poder, vieron que era necesario redirigir esa lealtad, porque ya no había rey.

 

Presentaron la Revolución Francesa como una liderada y dirigida no por ellos, como así fue, sino por todos en general. Por el conjunto del pueblo francés. Los burgueses crearon un modelo nuevo en el que los súbditos ya no eran súbditos, sino ciudadanos, y debían lealtad a un nuevo elemento abstracto: la nación. Y los líderes de la nación no eran otros que ellos mismos, los propios burgueses.

 

Así, las universidades de los distintos países empezaron a enseñar qué era ser francés, qué era ser alemán, qué era ser español. La Historia adquirió importancia, porque se empezó a buscar en el pasado rastros que permitiesen justificar desde cuándo existía la nación. Es un sentimiento de pertenencia nuevo: antes el castellano seguía a su rey, y peleaba contra el francés porque el rey de Francia era enemigo de su rey. Solo personas. Ahora, existe un sentimiento abstracto; yo soy español, y tú eres francés, pero por nuestras costumbres, lengua e historia, no porque nos gobierne un rey diferente. Mediante la creación de ese sentimiento nacional, basado por un lado tanto en la unión (aquello que nos hace ser franceses) como en la separación (aquello que no nos hace ser alemanes, que nos hace distintos al otro), la burguesía crea un nuevo modelo de organización, un nuevo modelo de poder, en el que ella, y sólo ella, es la líder indiscutible. Una nueva élite.

No obstante, algunas monarquías sobrevivieron. Lo lograron tratando de adaptarse, negociando con los burgueses para permanecer con su estatus privilegiado pero sin poseer poder político. Es el origen de nuestras actuales monarquías parlamentarias: el rey reina, pero no gobierna. A lo largo de toda la Edad Contemporánea, convivirán monarquías (Imperio Alemán, Imperio Ruso, España, Suecia, Dinamarca...) con repúblicas (República Alemana actual, Federación Rusa, Francia, Italia, los Estados Unidos...). Las naciones se asentarán.

 

Por otro lado, también son los tiempos de los grandes imperios coloniales. Habiendo perdido España y Portugal sus grandes imperios, llega el turno de Francia y, sobre todo, de Gran Bretaña, con el Imperio Británico. Se suceden también las dos Revoluciones Industriales, que, entre otras cosas, propician un masivo avance tecnológico y crean una clase social, pues muchas personas abandonan el campesinado para pasar a trabajar en la ciudad, en las fábricas: es el proletariado, o los obreros.

 

A su vez, el capitalismo se alza definitivamente como nuevo sistema económico, uno que reforzará el poder de los burgueses, quienes constituyen la clase empresarial. Los excesos de los mismos a lo largo del siglo XIX llevarán a que la clase obrera se organice y busque defender sus derechos frente al empresario, siendo esto el germen de la aparición del socialismo. Los imperios coloniales chocan entre sí, generando las terribles Primera y Segunda Guerra Mundial...

Europa XIX
La Edad Contemporánea es una de rápida evolución. La Europa del siglo XIX, representada en esta imagen, es muy distinta a la del siglo XX, con las guerras mundiales, y a la nuestra.

Y así, vamos llegando a nuestra época. Tras la Segunda Guerra Mundial se sucede la Guerra Fría, liderada por los Estados Unidos y la Unión Soviética. Tras ella, las democracias liberales se expanden por doquier. Aparece la digitalización, considerada por muchos una nueva revolución industrial, e Internet se expande como una nueva forma de conectar al mundo. Lo siguiente, ya es confuso y difícil de determinar para alguien como yo. Es nuestro tiempo, y todavía es complicado de describir, pues no podemos verlo todo con un ojo totalmente objetivo. Sin embargo, aquí estamos: evolucionando, y haciendo Historia.


Breve conclusión

Hemos visto, pues, un rápido repaso de la Historia, de sus etapas y de sus características. Así, ya podemos distinguir entre:

 

- Edad Antigua, desde la invención de la escritura hasta el 476 (cae Roma).

 

- Edad Media, desde el 476 (cae Roma) hasta 1453 (cae Constantinopla).

 

- Edad Moderna, desde 1453 (cae Constantinopla) hasta 1789 (Revolución Francesa).

 

- Edad Contemporánea, desde 1789 (Revolución Francesa) hasta hoy.

 

Para terminar, debéis saber que, principalmente, toda esta información proviene de mi conocimiento, de mis estudios sobre Historia, pero para este artículo en concreto no voy a citar ninguna fuente. Eso significa que no puede tomarse como fuente histórica, sino como un breve resumen de información básica de la misma. No obstante, si así me lo pedís, puedo dejar una serie de libros que tengo localizados y en los que claramente se puede encontrar toda esta información.

 

Asimismo, recordar que, al ser un breve resumen, faltan muchísimos acontecimientos, hechos y procesos. Es imposible resumir la Historia en una lectura corta. Pero no os preocupéis: mientras pueda escribir, seguiré trayendo todo lo que pueda a este blog para que seáis capaces de aprender de él, y comprender la Historia en su totalidad. Muchísimas gracias por leerme, y espero que hayáis disfrutado de estas palabras. ¡Maera Jofnudr!

 

F.

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